jueves, 13 de octubre de 2016

domingo, 2 de octubre de 2016

"Colliure", Luis García Montero





En pocas palabras y sin aparente rima, García Montero nos hace sentir la emoción del viaje a Colliure. Por un lado el de Machado junto con su madre, el abandono de su tierra, que nunca olvidará, pero también el del propio García Montero y Ángel González para presentar sus respetos a la tumba del sevillano. Un poema en el que, entre líneas, se lee el sinsabor de la derrota, la añoranza de la patria perdida, los versos de Machado y un deseo de que no se olvide ni al poeta sevillano ni a la causa por la que se exilió. Poetas imprescindibles todos los citados: Machado, García Montero y por supuesto, Ángel González. 



Un rincón en el mundo
detrás de una frontera,
o detrás de los años y los amaneceres
con la esquina doblada
como la página de un libro,
o detrás de las curvas de una guerra.

Se conmueve el camino a la orilla del mar.
Parece un látigo en el aire
de febrero lluvioso.
Cuando baja del coche,
Ángel González duda,
pone sus pies heridos en la historia
y sube muy despacio,
entre muros franceses
y casas repintadas
con el azul de los veranos,
hasta llegar al cementerio.

Lo que nos trae aquí,
no es el sol de la infancia.

Los lugares sagrados nos permiten vivir
una historia de todos en primera persona.
Las flores de la tumba de Machado
imitan el color de una bandera
sagrada por mandato
de mi melancolía.

Aquello que perdimos una vez,
y el frío de las manos, la palabra en el tiempo,
el dolor de las vidas que se cortan
en el cristal de los destinos rotos,
descansa hoy, casi desnudo,
en una tumba de poeta.

¿Cuándo llegamos a Sevilla?,
preguntaba su madre al entrar en Colliure.

Qué difícil la suerte
de los pueblos que viven protegidos
por la misericordia de un poema.
Qué difícil la última
soledad de Machado.
La luna llega al mar,
el mar llega a Sevilla,
nosotros a un recuerdo
y a esta pálida,
desarmada emoción
de compartir una derrota.

Luis García Montero

Vista Cansada

Colliure, Luis García Montero



Un rincón en el mundo
detrás de una frontera,
o detrás de los años y los amaneceres
con la esquina doblada
como la página de un libro,
o detrás de las curvas de una guerra.

Se conmueve el camino a la orilla del mar.
Parece un látigo en el aire
de febrero lluvioso.
Cuando baja del coche,
Ángel González duda,
pone sus pies heridos en la historia
y sube muy despacio,
entre muros franceses
y casas repintadas
con el azul de los veranos,
hasta llegar al cementerio.

Lo que nos trae aquí,
no es el sol de la infancia.

Los lugares sagrados nos permiten vivir
una historia de todos en primera persona.
Las flores de la tumba de Machado
imitan el color de una bandera
sagrada por mandato
de mi melancolía.

Aquello que perdimos una vez,
y el frío de las manos, la palabra en el tiempo,
el dolor de las vidas que se cortan
en el cristal de los destinos rotos,
descansa hoy, casi desnudo,
en una tumba de poeta.

¿Cuándo llegamos a Sevilla?,
preguntaba su madre al entrar en Colliure.

Qué difícil la suerte
de los pueblos que viven protegidos
por la misericordia de un poema.
Qué difícil la última
soledad de Machado.
La luna llega al mar,
el mar llega a Sevilla,
nosotros a un recuerdo
ya esta pálida,
desarmada emoción
de compartir una derrota.

Luis Garcia Montero

Vista Cansada

viernes, 29 de abril de 2016

Cuéntame un cuento



Tras un trimestre recabando datos, creando cuentos personalizados, corrigiéndolos, editándolos... , hoy hemos ido a leérselos a los alumnos de infantil del CEIP Vicente Neria. Ha sido una actividad... emocionante, ver los nervios de los grandes por conocer al niño al que habían hecho protagonista de su historia;  de los pequeños al ver a gente extraña que llevaba algo para ellos. La valoración ha sido muy positiva, una actividad que te carga las pilas, que te hace sentir que lo que haces sirve para algo, un día inolvidable en el que tengo que agradecer a mis alumnos toda su implicación, a los profesionales del CEIP Vicente Neria permitirme hacerla, a mis compañeras que me han acompañado, a Migue que nos ha ayudado a llevar los cuentos... En suma, a todos los que han permitido que este día tan especial tenga lugar, que mi pequeña locura se haya llevado a cabo. 

sábado, 23 de abril de 2016

Comentario de un fragmento de "Crónica de una muerte anunciada"






Cataratas del Iguazú, lado argentino

Aquí tenéis los dos textos que hemos esbozado en clase. haced cualquiera de los dos especificando si hacéis el A o el B. No os inspiréis en Internet, hacedlos solos que tenéis mucho material y muy buenas ideas. Recordad que primero hay que conectar el fragmento con la obra, qué temas aparecen, si es representativo, si es fundamental, sus características narrativas... Luego opinar sobre el tema que ahí aparece. Bueno, a ver si os animáis.
Por cierto en el título he tenido que poner el nombre de la obra entre comillas porque no me permite subrayar ni la cursiva




Texto A

El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros. «Siempre soñaba con árboles», me dijo Plácida Linero, su madre, evocando veintisiete años después los  pormenores de aquel lunes ingrato. «La semana anterior había soñado que iba solo en un avión de papel de estaño que volaba sin tropezar por entre los almendros», me dijo. Tenía una reputación muy bien ganada de interprete certera de los sueños ajenos, siempre que se los contaran en ayunas, pero no había advertido ningún augurio aciago en esos dos sueños de su hijo, ni en los otros sueños con árboles que él le había contado en las mañanas que precedieron a su muerte.
Tampoco Santiago Nasar reconoció el presagio. Había dormido poco y mal, sin quitarse la ropa, y despertó con dolor de cabeza y con un sedimento de estribo de cobre en el paladar, y los interpretó como estragos naturales de la parranda de bodas que se había prolongado hasta después de la media noche. Más aún: las muchas personas que encontró desde que salió de su casa a las 6:05 hasta que fue destazado como un cerdo una hora después, lo recordaban un poco soñoliento pero de buen humor, y a todos les comentó de un modo casual que era un día muy hermoso.

Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada. 





Texto B

Nadie hubiera pensado, ni lo dijo nadie, que Ángela Vicario no fuera virgen. No se le había conocido ningún novio anterior y había crecido junto con sus hermanas bajo  el rigor de una madre de hierro. Aun cuando le faltaban menos de dos meses  para casarse, Pura Vicario no permitió que fuera sola con Bayardo San Román a conocer la casa en que iban a vivir, sino que ella y el padre ciego la acompañaron para custodiarle la honra. «Lo único que le rogaba a Dios es que me diera valor para matarme -me dijo Ángela Vicario-. Pero no me lo dio.» Tan aturdida estaba que había resuelto contarle la verdad a su madre para librarse de aquel martirio, cuando sus dos únicas confidentes, que la ayudaban a hacer flores de trapo junto a la ventana, la disuadieron de su buena intención. «Les obedecí a ciegas -me dijo- porque me habían hecho creer que eran expertas en chanchullos de hombres.» Le aseguraron que casi todas  perdían la virginidad en accidentes de la infancia. Le insistieron en que aun los maridos más difíciles se resignaban a cualquier cosa siempre que nadie lo supiera. La convencieron, en fin, de que la mayoría de los hombres llegaban tan asustados a la noche de bodas, que eran incapaces de hacer nada sin la ayuda de la mujer, y a la  hora de la verdad no podían responder de sus propios actos. «Lo único que creen es lo que vean en la sábana», le dijeron. De modo que le enseñaron artimañas de comadronas para fingir sus prendas perdidas, y para que pudiera exhibir en su primera mañana de recién casada, abierta al  sol en el patio de su casa, la sábana de hilo con la mancha del honor.

Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada.


viernes, 1 de abril de 2016

La Celestina. Argumento, personajes y finalidad






Más vale tarde que nunca. Aquí tenéis lo que os dije de La Celestina




Antología poética del 40 al 70



Aquí os dejo una interesante y breve antología que no sé si veremos en clase.


La narrativa hispanoamericana


Uno de mis temas más queridos es este, y mi gran pena es que en selectividad solo le vea la narrativa, y nada de la poesía latinoamericana. Un solo tema para tantos y tan grandes autores, es obvio que no van a estar todos los que son, y que es una visión incompletísima si no se ve la poesía. La falta de tiempo y la amplitud del programa nos hacen dar de lado a autores y obras enormes. En fin, tras mi alegato el tema: La narrativa hispanoamericana.


La lírica del 70 a nuestros días



Último tema de la lírica, al que por desgracia tampoco le podemos dedicar mucho tiempo. Algunos autores os sonaran de años anteriores. De nuevo breve, pero intenso.


La lírica del 40 al 70



Una pena que este tema lo tengamos que ver de pasada, otros años he podido incluso trabajar la antología de poetas tan interesantes como Blas de Otero o Miguel Hernández, a los que creo que aunque sea "in extremis" les dedicaré una clase. Ahí va el tema de la Lírica del 70 al 40.


El teatro español del 40 a nuestros días




El último tema del teatro, muchos años condensados en unos cuantos folios. Ahí va  "El teatro del 40 a nuestros días". El documento no es mío sino de mi compañera Amalia.


Teatro Colón, Buenos Aires. 

El ensayo








Comenzamos la recta final con uno de los temas que nos quedan y que probablemente vosotros os tengáis que estudiar por vuestra cuenta. Breve pero intenso: el ensayo