Romance de la dulce queja
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.
Este es uno de los poemas más bellos de Lorca, y aunque parezca increíble Miguel Poveda lo ha transformado en algo más hermoso aún. La concepción del amor que aquí se trasluce es dura, triste, no es el amor que uno quisiera para sí, y lo peor es que está basada en una relación que tuvo el poeta granadino. Aún así la expresión, el lirismo que desprende el poema sigue siendo sublime.
No hay comentarios:
Publicar un comentario